Introducción a ambos documentos ↴
El marco para la evaluación de las instituciones extranjeras de educación superior se basa en las tres categorías estructurales de autoevaluación y evaluación externa:
1. Los dominios: definen el alcance global de la evaluación. Cada dominio está asociado con al menos una pauta. El índice de marco de evaluación comprende 3 dominios. El primer dominio abarca las distintas dimensiones clave de la gestión institucional. Los dominios 2 y 3 abarcan las actividades principales de las instituciones de educación superior.
2. Las pautas: expresan las expectativas de la evaluación retomando las misiones estatutarias de las instituciones, así como las grandes orientaciones y prácticas que caracterizan la educación superior y la investigación. Se expresan a través de una acción puesta en práctica por la institución.
3. Criterios: A cada punto de pauta se le asocia un conjunto de criterios. Los criterios especifican la forma en la cual el punto de referencia puede reflejarse en el informe de autoevaluación de la institución. Sin ser exclusivos ni exhaustivos, los criterios definen los temas que serán analizados por los evaluadores para comprobar el nivel de respuesta de la entidad evaluada a las expectativas expresadas por la pauta al que están asociados.
Este marco de evaluación se basa en un modelo de conducta de una institución basado en las siguientes dimensiones clave:
Posicionamiento institucional: la noción de posicionamiento integra la identificación del lugar que ocupa la institución en su entorno local, nacional e internacional, el rol que desempeña en él y la ambición global que tiene. El posicionamiento se define al principio y al final del periodo, y su evolución refleja la trayectoria de la institución. La definición de posicionamiento implica un análisis estratégico orientado hacia dentro (puntos fuertes y débiles) y hacia fuera (oportunidades y amenazas).
Estrategia institucional: para el periodo de referencia, combina, por un lado, la traducción en grandes objetivos operativos de la ambición de la institución en relación con su posicionamiento y, por otro, la movilización de los medios (recursos y competencias) para lograrlo. La estrategia se aplica a los distintos ámbitos de actividad y se apoya en análisis prospectivos. Puede formalizarse en el contrato que la institución firma con su ministerio supervisor.
Organización: corresponde a las decisiones estructurales de organización interna que realiza la institución para garantizar sus misiones, la aplicación de su estrategia y la obtención de sus resultados.
Gobernanza: incluye todos los órganos, medidas, normas y circuitos de decisión utilizados para desarrollar y aplicar la estrategia de la institución. La gobernanza articula las esferas política y administrativa.
Dirección: Se expresa en términos de todos los sistemas y herramientas movilizados por la institución para la aplicación operativa de sus orientaciones estratégicas. Esto incluye sistemas de gestión del cambio y de seguimiento de las actividades y de los resultados, en particular sistemas de información y herramientas de dirección, como las herramientas de programación plurianual de los recursos humanos y financieros.
Actividades y resultados: las dimensiones clave de la conducta de una institución constituyen el núcleo del primer dominio del marco de evaluación. También sirven de base para la evaluación de sus misiones (dominios 2 y 3) con el fin de examinar las condiciones en las que se llevan a cabo las distintas actividades de la institución y los principales resultados obtenidos. Así, la autoevaluación y la evaluación externa están invitadas a comparar la estrategia de la institución, los resultados obtenidos y los medios desplegados para aplicarla.
Este marco de referencia establece el marco en el que la institución lleva a cabo su autoevaluación, tras la misión exploratoria que permite al HCÉRES preparar su análisis con la institución.
El objetivo de la evaluación institucional es ser útil y adaptarse a la institución evaluada, integrando sus características específicas y los ajustes que éstas requieren.
Son de tres tipos:
- Algunos criterios del marco de referencia pueden no ser aplicables por no afectar a todas las instituciones;
- Ciertos criterios, o incluso ciertas pautas, a petición de la institución y en discusión con el HCÉRES, pueden ser objeto de un enfoque por tener un interés estratégico particular para ella;
- Por último, algunos criterios pueden adaptarse a las características específicas de la institución.
El procedimiento de evaluación de un establecimiento universitario tiene como objeto analizar las principales funciones correspondientes a sus misiones en sus diferentes ámbitos de actividad, en base a un marco de referencia externo. En particular, los resultados obtenidos y su progresión se examinarán en función de los objetivos marcados en la estrategia del establecimiento (desde su creación o su última evaluación).
La acreditación se efectúa después de la evaluación, reconociéndose la calidad de un establecimiento según los resultados de la evaluación. Al igual que la evaluación, la acreditación se basa en criterios normativos con exigencias muy concretas en términos de objetivos previstos y acciones implementadas: son los criterios de acreditación. La comisión de acreditación comprueba si las acciones del establecimiento cumplen con estos criterios. La comisión de acreditación emite un dictamen sobre la acreditación del establecimiento en función de la correspondencia entre las exigencias establecidas por los criterios y la realidad observada en un momento dado.
La acreditación es opcional y solo se lleva a cabo si lo solicita el establecimiento evaluado.